domingo, 21 de diciembre de 2014

Clásico literario: "La Odisea" - Homero

¡Hola a todos!

Hoy os vengo a hablar de dos cosas. Por un lado, de un clásico que me ha encantado, la Odisea; por otro, del poder que tiene una buena edición y/o adaptación.

Voy a comenzar abordando el tema de las adaptaciones, pues en realidad no es más que una mera metáfora con la que quiero haceros reflexionar. Este libro me lo mandaron en la uni y, como no soy multimillonaria y por lo general no me hacen mucha gracia los clásicos, lo saqué de la biblioteca. No recuerdo qué edición fue exactamente; no obstante, lo que sí recuerdo es que abrí el libro y, tras un par de páginas, me quedé dormida encima de él. No soy una persona que duerme con facilidad (a no ser que sean las 2 de la madrugada y no haya parado en todo el día) y no tuve narices a seguir leyendo... 

Con esto, tan solo quiero haceros ver que es muy importante que escojáis bien una traducción, amena y con un estilo sencillo de entender, porque, de no ser así, es posible que un buen libro se convierta en un verdadero tostón...


Y ahora sí, pasemos a hablar de la Odisea.

La Odisea es una obra mundialmente conocida y estudiada que se atribuye a Homero, aunque no se sabe muy bien si este realmente la escribió, si recopiló relatos o si simplemente es un nombre ficticio con que llamar a un autor imaginario. Seguramente nunca lleguemos a tener idea alguna.

La historia es
archiconocida por todo el mundo: Ulises (Odiseo en griego), tras la victoria de Aquiles sobre los troyanos en la Guerra de Troya, regresa a casa. Sin embargo, una serie de importunios hace que ande deambulando durante veinte años hasta poder llegar de nuevo a su hogar.







Cogí la obra con cierto escepticismo, y más teniendo en cuenta que mi primer encuentro con ella no había sido demasiado... agradable. Sin embargo, la Odisea ha sido una novela (y digo la novela porque la he leído en prosa) que me ha sorprendido muchísimo y para bien. 

La historia tiene un comienzo in medias res; es decir, que te mete de lleno en la historia, sin saber ni cómo ni por qué se ha llegado hasta ese punto. En este caso, el primer capítulo o canto nos cuenta una asamblea que se celebra entre los dioses del Olimpo (Zeus, Atenea, Poseidón y demás) en la que debaten qué hacer con Odiseo, que lleva dando tumbos por todas partes casi veinte años. Al final de esa reunión, Atenea desciende al mundo mortal y se presenta ante Telémaco, el hijo de Ulises, para que convoque a los pretendientes que quieren casarse con su madre y que después marche en busca de noticias de su padre. Para cuando aparece Odiseo, es casi el final de su viaje, y no sabemos por qué motivo Poseidón le odia tanto y le impide regresar a casa una y otra vez.

No es hasta más o menos la mitad del poema cuando por fin nos es desvelado el gran secreto (que, si queréis saber, tendréis que leer el libro). De este modo, Homero intenta que el lector (o, en el momento en que fue creado, los oyentes que escuchaban su historia), mantenga la curiosidad y desee seguir leyendo (o escuchando) para saber cómo acabará todo (por supuesto, hablo siempre desde el punto de vista de alguien que no tiene ni idea del argumento).

Sin duda, lo consigue. A pesar de haber estudiado esta obra y de haber traducido un resumen de una adaptación en latín, me gustaba seguir leyendo para conocer cómo se iba desenvolviendo todo. La idea me parece muy, pero que muy original, y me encantabaómo combina el mundo divino y el terrenal, haciendo que Atenea, y digo Atenea porque la diosa acompaña tanto a Odiseo como a su hijo en muchísimas ocasiones, sea como un hada madrina (en un momento incluso saca una varita y transforma a Odiseo en viejo). No obstante, ha habido un gran pero, y es que, al ser un poema épico (y, por ende, diseñado para recitarlo, no para leerlo), hay una cantidad enorme de epítetos épicos (fórmulas que ayudan al aedo o posterior juglar a recitar los versos) y algunas veces esto se me hacía demasiado pesado; además, mi edición tenía un tamaño de letra minúsculo y los cantos eran de unas 20 páginas, lo que me resultó en más de una ocasión aburrido, como si no fuera a llegar nunca hasta el final. Quitando eso, una historia que me ha encantado.

Y ahora, como siempre, les toca a los personajes. El protagonista de este poema es Ulises (en realidad se llama Odiseo, el término Ulises se debe a un préstamo dialectal del latín), que es considerado el modelo de hombre juicioso y prudente. Si tuviera que destacar una de sus características sería su ingenio, pues, a diferencia de héroes como por ejemplo Aquiles, Ulises se aprovecha de su inteligencia y de la reflexión para superar las dificultades que, ya sea por su físico o por la situación en cuestión, se le plantean. En contraposición a este, tenemos a sus compañeros de viaje, que representan todo lo contrario: por su culpa, Ulises se ve envuelto en más de dos problemas, si bien estos no cuentan con ningún tipo de ayuda divina (y tampoco hacen mucho caso a los consejos de su jefe) y acaban pereciendo a lo largo de su camino de vuelta a casa. Telémaco, el hijo de Ulises, representa la piedad y el valor, ya que, casi alcanzada su mayoría de edad, intenta ir en busca de su padre mientras repele a los pretendientes de su madre. Penélope, al igual que Telémaco, no es más que un personaje secundario, que encarna el reflejo de la fidelidad (yo creo que extrema) que siente hacia su marido tras veinte años sin saber nada de él, creyendo incluso que había muerto en la Guerra de Troya.

Y me queda hablar de los dioses. Por un lado, tenemos a Poseidón, el que reina sobre el mar. En la Odisea, Poseidón es el personaje antagónico por un motivo que, como dije algunos párrafos más atrás, se desvela a mitad del libro. Por el contrario, Atenea, diosa de la sabiduría y a veces de la paz, es ese auxiliar mágico que ayuda al protagonista a cumplir su labor (es la misma labor que la de las hadas madrinas de los cuentos). El resto de divinidades del Olimpo apenas aparecen en dos ocasiones, pues al principio del poema se celebran dos asambleas entre estos para meditar sobre la situación de Ulises.

Y esto ha sido todo. Sin duda, la Odisea es uno de los mejores clásicos que he leído este año (y creo que en mi vida). Desde aquí os animo a que, si estáis indecisos, os animéis a leerlo, porque os podéis llevar una grata sorpresa.








10 comentarios:

  1. Nunca he leído la Odisea, pero quiero leerme algún que otro clásico así que me lo apunto :D
    ¡Te sigo!
    Un beso, y felices fiestas ♥

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  2. Me encanta este libro. Homero es simplemente genial! Un beso cielo! Nos leemos!

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  3. Tengo muchísimas ganas de leer el libro ^^ Y ahora más aún jeje

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  4. Lo tengo por leer, pero nunca me atrevo a ponerme con él, quizás para el año que viene

    Un beso^^

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  5. Sinceramente,ahora mismo no creo que pudiera leerlo, pero puede que algún verano lo lea.
    Un abrazo de las lectoras.

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    Respuestas
    1. Un libro escoge cuando quiere ser leído. Quizás cuando decidas leerlo, algún verano, te sorprenda.

      Un beso.

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