Con esta entrada queda inaugurada una nueva sección en el blog: Tardes de té y clásicos literarios. En esta sección, que ,adelanto ya, no va a ser de actualización periódica, quiero hacer reseñas un tanto... peculiares. Me explico: resulta que me tengo que leer un alto número de clásicos para la carrera (ya sean en español, griego, etc.) y me quitan mucho tiempo que gustosa le dedicaría a otro tipo de libros; además, y esto va para la gente más o menos de mi edad: ¿quién no se ha llevado las manos a la cabeza cuando en la uni o en el insti le han mandado leer uno de esos "libros bodrios"? No sé vosotros, pero yo corría (y corro, que conste) a buscar en internet algo sobre el libro, para hacerme una idea y no llevarme chascos.
En esta nueva sección, a veces las reseñas serán reseñas como tal, otras veces llevarán un poco de análisis más en profundidad y otras ni siquiera estarán puntuadas (como es el caso de este libro)... Espero que os guste esta nueva sección.
Y...comenzamos:
Hoy os vengo a hablar de Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque Rivas, dramaturgo romántico español. No soy muy fan de la literatura española (aunque amo el Romanticismo), así que voy a intentar ser lo más objetiva posible; es decir, no habrá puntuación.
Cuando me explicaron esta obra en clase, además de hablarme sobre la importancia de la misma, me dijeron que dentro de ella podíamos encontrar dos obras: una, que podemos decir que actúa como un prólogo y que coincide con la primera jornada; y otra, que es la acción principal, por así decirlo.
Para quienes no sepáis de qué va exactamente este drama, os hago un breve resumen: Don Álvaro y Leonor son dos jóvenes enamorados (él indiano y ella sevillana), pero su amor es uno de esos amores imposibles por diversos motivos,entre los que podemos destacar la oposición del padre de ella, las dudas sobre el origen de don Álvaro o... por qué no decirlo, el sino. Tras una trágica noche en que estos quieren huir y que se salda con una víctima, el padre de ella, las cuatro jornadas restantes serán un tira y afloja de ambos con la vida y la muerte, pues ninguno quiere aceptar vivir sin el otro, por más que el sino, el destino, parezca forzarlos a ello. Todo esto sucede en la jornada primera (si queréis saber cómo termina la obra, tendréis que leerla), en Sevilla. A partir de la segunda jornada, la acción se transporta a un convento de Córdoba (donde también finalizará) y una ciudad italiana (creo que es Veletri, pero yo no sé qué me pasa con esta ciudad que le cambio el nombre constantemente). Como vemos, ya se rompe una de las tres unidades del Siglo de Oro español: el espacio. Lo mismo ocurre con el tiempo: entre las dos primeras jornadas pasa un año; también han transcurrido varios años desde el final de la cuarta y el comienzo de la quinta. Por último, como bien vemos, hay diversas acciones en la obra, con lo que adiós a la tercera unidad.
En cuanto al estilo del autor, hay que reconocer la maestría con que domina el duque la pluma: excepto la cuarta jornada (y esto es dado que actúa como continuación de la tercera), todas comienzan con prosa, la cual después se alterna con el verso; además, el autor sabe demostrar su conocimiento de la cultura lírica española de una segunda forma: no se limita al uso de un único tipo de verso.
Por último, os quiero hablar brevemente de los personajes, comenzando por don Álvaro. Don Álvaro es indiano, es decir, procede de América, si bien su origen no está totalmente claro y esto dará que hablar en varios momentos del argumento. No obstante, a pesar de ello, la mayoría de los personajes, en su mayoría secundarios, lo ven con buenos ojos, excepto honrosas excepciones: algunos miembros de la Iglesia, uno al principio y otro al final, y la familia de su joven amada. Leonor, la amada de don Álvaro, es la hija pequeña del marqués de Calatrava, y trama un plan para huir en secreto con su amor; sin embargo, por culpa de sus dudas y de la intromisión del canónigo, el plan se va a pique y su padre muere esa misma noche, lo que influirá en su destino. Leonor tiene dos hermanos: uno es estudiante y otro militar. De algún modo, ambos representan la hipocresía y el afán de venganza por más que lleguen a reconocer la inocencia y las buenas virtudes de don Álvaro. Además de estos personajes, existen un sinfín de personajes más, con un papel menor en la trama, pero cuyo objetivo es representar diferentes sectores de la sociedad: la iglesia, los sectores populares, el ejército, etc.
Como conclusión, voy a servirme de este pequeño párrafo para dar mi opinión. Como ya he dicho obra muy cortita, que se lee en nada y bastante entretenida, mucho más que otros clásicos que he leído y que se terminan haciendo eternos, y he de reconocer la importancia que tuvo en su época (o la crítica y revolución social que encerraba, sobre todo su final).
antes, no soy muy dada a este tipo de literatura, y hay muchos aspectos que no me quedan para nada claros (por ejemplo, la relación me parece muy brusca, que ya comienzan estando enamorados y lo veo sin mucho sentido).
Y vosotros, ¿la habéis leído? ¿Os gustó? ¿Tenéis o queréis hacerlo? Espero vuestros comentarios.
En esta nueva sección, a veces las reseñas serán reseñas como tal, otras veces llevarán un poco de análisis más en profundidad y otras ni siquiera estarán puntuadas (como es el caso de este libro)... Espero que os guste esta nueva sección.
Y...comenzamos:
Hoy os vengo a hablar de Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque Rivas, dramaturgo romántico español. No soy muy fan de la literatura española (aunque amo el Romanticismo), así que voy a intentar ser lo más objetiva posible; es decir, no habrá puntuación.
Cuando me explicaron esta obra en clase, además de hablarme sobre la importancia de la misma, me dijeron que dentro de ella podíamos encontrar dos obras: una, que podemos decir que actúa como un prólogo y que coincide con la primera jornada; y otra, que es la acción principal, por así decirlo.
Para quienes no sepáis de qué va exactamente este drama, os hago un breve resumen: Don Álvaro y Leonor son dos jóvenes enamorados (él indiano y ella sevillana), pero su amor es uno de esos amores imposibles por diversos motivos,entre los que podemos destacar la oposición del padre de ella, las dudas sobre el origen de don Álvaro o... por qué no decirlo, el sino. Tras una trágica noche en que estos quieren huir y que se salda con una víctima, el padre de ella, las cuatro jornadas restantes serán un tira y afloja de ambos con la vida y la muerte, pues ninguno quiere aceptar vivir sin el otro, por más que el sino, el destino, parezca forzarlos a ello. Todo esto sucede en la jornada primera (si queréis saber cómo termina la obra, tendréis que leerla), en Sevilla. A partir de la segunda jornada, la acción se transporta a un convento de Córdoba (donde también finalizará) y una ciudad italiana (creo que es Veletri, pero yo no sé qué me pasa con esta ciudad que le cambio el nombre constantemente). Como vemos, ya se rompe una de las tres unidades del Siglo de Oro español: el espacio. Lo mismo ocurre con el tiempo: entre las dos primeras jornadas pasa un año; también han transcurrido varios años desde el final de la cuarta y el comienzo de la quinta. Por último, como bien vemos, hay diversas acciones en la obra, con lo que adiós a la tercera unidad.
En cuanto al estilo del autor, hay que reconocer la maestría con que domina el duque la pluma: excepto la cuarta jornada (y esto es dado que actúa como continuación de la tercera), todas comienzan con prosa, la cual después se alterna con el verso; además, el autor sabe demostrar su conocimiento de la cultura lírica española de una segunda forma: no se limita al uso de un único tipo de verso.
Por último, os quiero hablar brevemente de los personajes, comenzando por don Álvaro. Don Álvaro es indiano, es decir, procede de América, si bien su origen no está totalmente claro y esto dará que hablar en varios momentos del argumento. No obstante, a pesar de ello, la mayoría de los personajes, en su mayoría secundarios, lo ven con buenos ojos, excepto honrosas excepciones: algunos miembros de la Iglesia, uno al principio y otro al final, y la familia de su joven amada. Leonor, la amada de don Álvaro, es la hija pequeña del marqués de Calatrava, y trama un plan para huir en secreto con su amor; sin embargo, por culpa de sus dudas y de la intromisión del canónigo, el plan se va a pique y su padre muere esa misma noche, lo que influirá en su destino. Leonor tiene dos hermanos: uno es estudiante y otro militar. De algún modo, ambos representan la hipocresía y el afán de venganza por más que lleguen a reconocer la inocencia y las buenas virtudes de don Álvaro. Además de estos personajes, existen un sinfín de personajes más, con un papel menor en la trama, pero cuyo objetivo es representar diferentes sectores de la sociedad: la iglesia, los sectores populares, el ejército, etc.
Como conclusión, voy a servirme de este pequeño párrafo para dar mi opinión. Como ya he dicho obra muy cortita, que se lee en nada y bastante entretenida, mucho más que otros clásicos que he leído y que se terminan haciendo eternos, y he de reconocer la importancia que tuvo en su época (o la crítica y revolución social que encerraba, sobre todo su final).
antes, no soy muy dada a este tipo de literatura, y hay muchos aspectos que no me quedan para nada claros (por ejemplo, la relación me parece muy brusca, que ya comienzan estando enamorados y lo veo sin mucho sentido).
Y vosotros, ¿la habéis leído? ¿Os gustó? ¿Tenéis o queréis hacerlo? Espero vuestros comentarios.
No me llevo bien con los clásicos xD
ResponderEliminarNormalmente yo tampoco, pero hay algunas excepciones que están bastante bien (y hay muchos tipos de clásicos jajaja).
EliminarLos clasicos no son lo mio pero quiero comenzar a leerlos! :D
ResponderEliminarcariños!
A ver si así te animo :P
EliminarUn beso :D
Hola soy otra de las tantas que no le gustan los clásicos y lo mio es sin excepción. Gracias por el aporte, saludos
ResponderEliminar¡A lo mejor te sorprenderías!
EliminarUn beso.
Hola virgi, no soy de Clasicos, solo de Becquer y poco más. Besitos
ResponderEliminarPero buena reseña
No me llames así D:
EliminarYo estoy enamorada del Romanticismo en poesía, aunque en general lo español no es lo mío. Un beso.
¡Hola!
ResponderEliminarAunque me gustan los clásicos, con los españoles tengo un enfrentamiento, prefiero los ingleses :)
Me gusta esta sección espero más entradas.
Besitos ♥
-Freyja
Yo también, o los griegos, pero si hay que leerlos, hay que leerlos... jajajaj.
EliminarUn beso :3
Hola. Me ha parecido una sección muy interesante, no hay muchos que lean clásicos y es verdad que a veces lian un poco.
ResponderEliminarLa reseña me ha parecido muy interesante también.
Muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn beso.
No soy yo muy amiga de los clásicos, me alejas del género que me gusta y me pierdo.
ResponderEliminarA lo mejor así les das una oportunidad. Un beso.
EliminarPues no lo conocia D: y en el 2015 ya me apunte a unos desafios de libros clásicos, así que por el momento disfrutare lo que me queda del año. xD
ResponderEliminarA lo mejor te sorprendes :)
EliminarUn beso.
Si te digo la verdad, no lo conocía xDDDD No parece malo, porque veo que te ha gustado, pero por ahora lo dejo pasar. Yo, de clásicos, he leído únicamente 3: El Lazarillo, Ana la de Tejas Verdes y El Principito, y con esto, aunque quiero leer más, tengo suficiente xDD
ResponderEliminarTe sigo :3
Un beso <3
No había oído hablar de Ana... Lo tendré que apuntar :P
EliminarUn beso :3
Este clásico es genial. Como amante de los clásicos que soy, este es un imprescindible :)
ResponderEliminarUn besito ❤
Me ha sorprendido mucho tu comentario! No es nada habitual eso de aficionarse a los clásicos... jajaja.
EliminarUn beso :3
Me leí este libro para clase en segundo o tercero de la ESO y me pareció lento, pero el final me encantó. No sé fue algo extraño. Aunque ya casi no recuerdo nada de él.
ResponderEliminar<3
A mí lo que no me gustó demasiado fue la historia de amor, me resultaba demasiado gratuita. Un beso.
EliminarCreo que la historia de amor es un simple excusa para crear un contexto donde gire la historia. Por lo que es una historia gratuita y necesaria.
ResponderEliminarPero creo que si llega a escribir en la obra cómo se conocieron o por qué empezaron a salir habría estropeado la trama, pues no se centraría tanto en los puntos esenciales de la historia. Por ello el autor se dedica a darnos a conocer lo que realmente nos interesa de esa relación que es la introducción a la historia real.